El saqueo se registró en la ciudad de Alangalang, provincia de Leyte, cuando miles de sobrevivientes del tifón Haiyan, desesperados por su situación asaltaron un almacén donde se guarda el arroz destinado a los damnificados.
El portavoz de la Autoridad Nacional de Alimentación de Filipinas, Rex Estoperez, indicó a los medios que las ocho víctimas mortales perecieron ayer al derrumbarse uno de los muros del complejo alimentario durante la masiva invasión.
Cerca de unos 100.000 sacos de arroz fueron sustraídos ante la impotencia de los miembros de la policía y soldados desplegados en la zona para mantener la seguridad, que no pudieron contener a los desesperados damnificados.
El portavoz del organismo gubernamental indicó que hay otros almacenes en la región, pero evito dar el emplazamiento de estos silos por razones de seguridad.
A pesar de que tanto el Ejército como la Policía Nacional han enviado refuerzos a la provincia del Leyte, los saqueos esporádicos continúan ante la urgente necesidad de víveres primarios de la población afectada.
