El Sumo Pontífice lanzó duras palabras contra la corrupción al tildarla de un grave pecado, durante un rezo en la capilla de Santa María. "Dios nos encargó ganarnos el pan con un trabajo honesto", indicó a los fieles. El Papa resaltó que la cultura del soborno y la corrupción impera en el nivel público y privado con "dinero sucio" convirtiéndose en "pan sucio para los hijos" de la Iglesia.
Para el Santo Padre, la costumbre del soborno se ha propalado a nivel mundial y es un manifiesto pecaminoso, "una costumbre que no viene de Dios", dijo Francisco. "Se comienza con un sobre y después es como la droga", clamó ante el pequeño grupo de asistentes.
Por ello, la máxima autoridad de la Casa de Pedro, pidió defenderse de la corrupción desde el principio y ofreció un rezo por los pecadores "para que el señor cambie el corazón de los seguidores del rey soborno". Finalmente, instó a los católicos a continuar en el camino de la dignidad, la honradez y "alejarse de esos caminos más fáciles pero que al final te quitan todo".