La viceministra para América Latina y el Caribe, Verónica Guerrero, aseguró que la salida del país al mando de Nicolás Maduro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es una "decisión soberana" ejercida tras haber denunciado el actuar de este organismo hace un año.
Para el Gobierno venezolano, la Corte aceptó casos sin haber agotado las instancias internas nacionales "que es obligación para el Sistema interamericano de Derechos Humanos y en la mayoría de estos casos sin tener los más mínimos fundamentos exigidos".
Como resultado, el país de Hugo Chávez ahora no podrá ser juzgada por el tribunal de la CIDH por hechos que ocurran desde ahora, lo que algunos grupos humanitarios de dicha nación consideran que los deja desprotegidos ante los atropellos del Estado.
Las críticas por parte de organismos de derechos humanos internacionales tampoco se hicieron esperar, pero las autoridades venezolanas señalaron que su razón está bien fundamentada porque la Corte IDH y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos "siguen órdenes del Imperio" y se han prestado a "perseguir a gobiernos progresistas".