Cuatro de cada diez menores de edad, afectados por la radiación del pasado accidente nuclear en Fukushima, resultaron con cambios anormales en la glándula tiroides y ahora son propensos a adquirir cualquier tipo de cáncer.
En Japón, se realizó un estudio a mas de 84 mil niños y niñas que estuvieron expuestos a la radiación nuclear de la planta Fukushima y se detectó que varios de ellos presentaban problemas en la glándula tiroides, la cual se encarga de regular el metabolismo de nuestro cuerpo y producir proteínas.
Lo más preocupante es que la radiación los ha vuelto vulnerables a sufrir de cáncer. Para muchos adultos y niños las probabilidades de adquirir esta enfermedad son muy altas, por lo que el promedio de vida en la comunidad de Fukushima ha decrecido de manera alarmante.
Como se recuerda, ya han pasado dos años desde que esta catástrofe produjo indignación en el mundo entero, lamentablemente no se han tomado medidas adecuadas para prevenir el daño ocasionado en la salud de los pobladores.
