Luego del movimiento telúrico de 5.8 grados en escala de Richter que sacudió por la mañana la costa este de Honshu, autoridades niponas alertaron que de producirse una ola superior a los 34 metros, dicho litoral sería inundado.
Los expertos explicaron que cualquier tsunami desencadenado por un terremoto de magnitud 9 alcanzaría una altura superior a la estimada en el 2003 donde se había previsto que la ola sería inferior a los 20 metros.
El estudio se realizó a raíz del sismo de grado 9 que el 2001 provocó una ola de 14 metros, devastando gran parte de la costa nordeste de Japón- y luego de la crisis en la planta nuclear Dai- Ichi- Fukushima.