El Chavo del 8: Su verdadero nombre por fin fue revelado

Cuando Roberto Gómez Bolaños, ‘Chespirito’, nos dejó hace poco más de dos años, un 28 de noviembre de 2014, despedimos a un genio mexicano y universal que acompañó a generaciones enteras. El dolor desgarrador nos brindó, al menos, un momento para contemplar su vasta obra.

Entre el verdadero universo de historias y personajes creados en la imaginación de Chespirito se destaca, qué duda cabe, su emblemático ‘Chavo del 8’, serie que entre los setenta y ochenta brindó alegría a niños y adultos, y que sin embargo, retrataba un lado difícil de nuestra realidad.

El Chavo no solo narraba las ocurrencias y enredos en una vecindad de México, ni las travesuras de un grupo de niños. También contaba la historia de un pequeño de la calle, sin hogar, contaba historias de pobreza, de un padre y madre viudos criando solos a sus hijos en medio de problemas.

Tal vez el lado más genial de Chespirito consistió en hacernos olvidar el lado duro de su obra aun cuando el mismo Chavo, un niño sin padre ni madre, era el protagonista. Uno de los derechos universales del niño es de tener un nombre, y él no lo tenía. Al menos no lo tuvo en la serie.

Entre los más grandes misterios hasta el final del programa estaba, precisamente, conocer el verdadero nombre del Chavo, pues cada vez que este iba a ser revelado, algo pasaba y este volvía a quedar en el olvido. Sin embargo, ese misterio se habría resuelto.

‘El diario del Chavo del 8’ es un libro escrito por Gómez Bolaños en 1995 y, según reporta Televisa Espectáculos, allí estaría revelado el verdadero nombre del niño del barril, el cual sería Rodolfo Pietro Filiberto Raffaello Guglielmi.

Según cita la publicación, la obra que relata la vida del Chavo desde antes de su llegada a la vecindad cuenta además que él nunca conoció a su padre y que su madre lo dejó en una guardería. Abandonado, fue llevado a un orfanato.

Allí sufrió los abusos de la encargada, la señora Martina, por lo que huyó del lugar y vivió un tiempo con otros niños de la calle que se drogaban. Cuando se sentía triste se escondía en un barril, que era un basurero.  Más tarde, llegó a la vecindad, donde fue acogido por una anciana.

Ella vivía en el departamento número 8. De ahí sale su famoso apelativo. Sin embargo, el Chavo volvió a quedar desprotegido cuando la anciana falleció en su vivienda, pero se quedó en la vecindad. Todo un drama real reflejado en un personaje de ficción.

Pero aún hay más, pues el año pasado circuló una versión por algunos medios que señalaba que en los últimos dos capítulos de la serie se revelaría quiénes eran sus padres. Sin embargo, esto no llegó a concretarse por la deteriorada relación entre los miembros del elenco.

Según esta información no confirmada, el exdirector, Enrique Segoviano, habría revelado a un medio dominicano que iba a revelarse que Don Ramón era el verdadero padre del Chavo. Solo se llegó a grabar el primer episodio, el cual nunca fue transmitido por Televisa.