Volver al Futuro II: Hoy llega Marty McFly desde 1985
La legendaria saga de Robert Zemeckis ha conseguido romper las barreras de la ficción y hacernos partícipes de ella. Volver al Futuro es más presente que nunca.
La legendaria saga de Robert Zemeckis ha conseguido romper las barreras de la ficción y hacernos partícipes de ella. Volver al Futuro es más presente que nunca.
Hoy es un día especial para los miles de fans de Volver al Futuro, la ya legendaria saga del director Robert Zemeckis. Es el día en que Marty McFly, el protagonista, aterrizó de su viaje de 1985 hasta el 2015 para salvar a Marty Jr., su hijo aún no nacido, en la segunda entrega de 1989.
Así, el pasado, el presente y el futuro se encuentran. La ficción y la realidad también: un verdadero choque de mundos ocurre este día. Zemeckis se equivocó en algunas de sus predicciones: ya no hay faxes, no hay zapatillas con cordones que se aten solos (aún), ni una Pepsi Perfect (aunque sí será lanzada hoy como un homenaje al filme).
Sin embargo, también tuvo aciertos: los televisores planos, las videoconferencias y el 3D. Él es un entusiasta de la tecnología, como lo demuestra su película “¿Quién engañó a Roger Rabbit?rdquo; donde mezcló de forma inolvidable la animación con el ‘mundo real’.
Luego de su experiencia con la cinta Expreso Polar, recapitula: “Siempre pensé que el 3D es una herramienta del cineasta para realzar la historia que vas a contar y no debería ser tratada como un truco o algo que añades. Tiene que venir desde el alma del material”.
Sin embargo, también sufre el vértigo de la tecnología y su avance imparable: “Cuando los efectos digitales lleguen a ser parte de todas las películas y los directores estén limitados solo por su capacidad artística, espero que todo vuelva a girar en torno a la historia”, sostiene.
Este año también se celebran los 30 años del inicio de la saga. Por ello, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) le dedicó la primera gran retrospectiva a “a uno de los últimos autores clásicos”.
Zemeckis también estrena su última película, The Walk, que abrió con una gran ovación el último festival de cine de Nueva York. En ella, relata la historia del equilibrista Philippe Petit, quien cruzó sobre un cable, de una Torre Gemela a otra en 1974.
“Me gusta mirar atrás a la historia. Es una de las cosas que las películas hacen bien”, dice. “Miras atrás en el tiempo a través de la lente de la historia porque los años han pasado. No sabemos realmente en el momento que ocurren las cosas, lo que es importante, lo que va a resonar en el futuro”, dice.
De la saga Volver al Futuro, el director afirma que, por su originalidad, “hoy nadie haría la película”. “No creo que la audiencia la entendiera o tuviera interés en verla. Mucha gente lo haría, pero no sería el número uno de la taquilla del año”.
Le ocurre lo mismo con The Walk: se ha tardado en rodarla más de una década porque nadie quería hacerla. “No encajaba” en las categorías impuestas por Hollywood.
“Una de las cosas únicas sobre Volver al Futuro es que nunca supieron dónde colocarla en las estanterías de los videoclubs. No sabían si era comedia, o ciencia-ficción, o histórica”, explica. Esa la razón de su “longevidad”. Así que hoy estemos atentos al DeLorean volador.