Volcanes hay muchos en la Tierra pero pocos como el Kawah Ijen que se encuentra ubicado dentro de los 20 km de ancho de la Caldera Ijen en el este de Java, Indonesia. Durante el día, unos 150 hombres explotan la mina de azufre que se encuentra en su cráter principal pero por la noche surge un espectacular paisaje de lava en llamas azules.
Desde las grietas del volcán brotan los gases a gran presión y temperatura y se inflaman generando llamas de hasta 4.9 metros de alto. Las llamas azules se deben a reacciones químicas a la combustión de gases sulfurosos.
Olivier Grunewald es uno de esos fotógrafos que recorren las zonas más asombrosas del planeta. Acompañado de su cámara, ha inmortalizado algunos de los parajes naturales más espectaculares, entre los que se encuentra por suerte el Kawah Ijen.