El tribunal de Irán ha solicitado la flagelación pública de Leila Hatami por haber saludado con un beso en la mejilla a Gilles Jacob, presidente del Festival de Cannes, que se realiza en Francia.
La actriz –protagonista de la cinta que ganó un Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2012, “A Separation”– acudió a la gala de inauguración del evento cinematográfico y cumplió con la tradicional forma de recibimiento occidental, algo que no ha sentado nada bien en su país de origen.
El beso ha desatado una oleada de comentarios negativos hacia Leila Hatami, sobre todo entre los seguidores de la organización islamista Hizbullah. Según ellos, la actriz ha quebrantado una de las normas más importantes: ninguna mujer puede tener contacto físico con un hombre extranjero.
Además, la bella Hatami también habría transgredido la ley islámica que impone que las mujeres tienen que cubrir completamente su cabello, puesto que la actriz no había tapado del todo su cabeza y podía verse parte de su pelo.
