Trujillo ha pasado de ser la ciudad de la eterna primavera a la ciudad de los stickers, donde pequeñas marcas que parecen inofensivas esconden grandes amenazas de organizaciones criminales que cobran cupos, intimidan y hasta controlan barrios enteros.
"Yo denuncio la extorsión" es la campaña que viene desarrollando la Policía en Trujillo para contrarrestar la ola de extorsiones que atraviesa la ciudad. Un simple papel en una puerta o en un vehículo basta para marcar territorio y sembrar el temor entre comerciantes y transportistas.
Organizaciones criminales y métodos de extorsión
Detrás de cada marca hay una estructura criminal, con organizaciones como "Los Pulpos" y "La Nueva Jauría" que dominan el cobro de cupos en transporte, construcción y comercio. La ruta de la amenaza comienza con una llamada o un mensaje por WhatsApp y, si no hay respuesta, los delincuentes lanzan artefactos explosivos para luego terminar con una pegatina en la puerta.
Retiran sticker y colocan adhesivos de la PNP
En barrios como El Porvenir, La Esperanza o Florencia de Mora, la extorsión se ha vuelto parte de la rutina diaria de los habitantes. Ante esta expansión del terror, la Policía Nacional emprendió una ofensiva simbólica y operativa retirando los stickers de las mafias en autos, viviendas y negocios, reemplazándolos por adhesivos con el escudo institucional y la frase "Yo denuncio la extorsión".
Ciudadanos opinan sobre iniciativa
Consultados sobre la campaña, algunos ciudadanos trujillanos manifestaron que "están de acuerdo" con la iniciativa, mientras otros señalaron que "así peguen stickers de la policía, los delincuentes no hacen caso e igual siguen extorsionando". Un entrevistado añadió que "el estado tiene que encargarse de la misma delincuencia".