Alrededor de 450 extrabajadores de la empresa Cepsa siguen esperando el pago de sus beneficios laborales tras haber laborado ahí por más de 20 años.
Actualmente el único bien que le queda a este negocio, es un terreno que sirvió hace más de dos décadas como embotelladora para Pepsi en Perú; y que al presente, según los excolaboradores, el apoderado Constantino Heredia Larrañaga planea venderlo y olvidar la deuda que tiene con ellos.
No obstante, ellos no se rinden y siguen luchando por un pago que consideran justo, a pesar de que ya muchos de ellos han enfermado, o incluso, fallecido en la espera de un montó que ronda los 80 mil soles.