El sitio arqueológico Saywite, ubicado en el distrito de Curahuasi, provincia de Abancay, departamento de Apurímac, ofrece a los turistas de Perú y el mundo la oportunidad de conocer y contemplar la belleza natural e histórica que ha dejado el legado inca en este lugar.
Dentro de los atractivos más importantes de este paraíso se encuentra el Intihuatana, conocido por ser el reloj de los incas. A través de este artefacto de piedra lograban predecir el ciclo anual agrícola, también era utilizado como anclador de energía solar a la tierra que ocurrían durante los solsticios del 21 de junio y 21 de diciembre.
La palabra ‘Intihuatana’ significa lugar donde se ata el sol según la traducción quechua, a partir de esta construcción sagrada inca se podía determinar el calendario andino.
“Nos dicen los escritores que posiblemente se hacían estudios del movimiento del sol, calcular algunos ángulos de sombra para saber cuándo tenían que cultivar y determinar cuando acababa el año nuevo andino”, señala una de las estudiosas del tema.
IMPORTANCIA DEL AGUA
El complejo de Saywite alberga una gran cantidad de construcciones líticas que eran utilizadas con fines ceremoniales, en donde destacan 9 fuentes de agua ubicadas en una orientación de este a oeste, todas construidas con piedras bien labradas.
El agua era un elemento muy importante para los antiguos pobladores de la zona. Bajando por el complejo se puede encontrar la plaza principal, también llamada ‘Ushnu’, en esta infraestructura se colocaban ofrendas para el culto para la producción de lluvias y la fertilización de la tierra.
BAÑOS TERMALES
Cientos de visitantes acuden a las orillas del río Apurímac para disfrutar de las propiedades curativas de los baños termales de la zona.
Una pareja de turistas afirma asistir dos veces al año a estos cuerpos de agua para tratar sus problemas de salud y mencionan que gran parte de los visitantes vienen con objetivo de hacer frente a los efectos del reumatismo, gracias a las cálidas aguas de estos baños.