El animal obligó a detener el encuentro entre el Queens Park Rangers y el equipo Leicester City en la segunda división de Inglaterra. La ardilla apareció en el preciso momento en el que se cobraba un tiro de esquina obligando a los jugadores a esperar hasta que se marche, sin embargo, ella parecía no tener esa intención. Un jugador del cuadro visitante intentó espantarla, pero no lo consiguió. Por ello se hizo necesaria la participación de casi todos los jugadores para hacerla abandonar la cancha sana y salva, y reanudar el partido. ¿La unión hace la fuerza?