Científicos egipcios revelan ciudad sumergida durante 2 mil años frente a Alejandría
Arqueólogos identifican estructuras y esculturas que se hundieron por terremotos y el aumento del nivel del mar entre los siglos III y VIII d.C.
Arqueólogos identifican estructuras y esculturas que se hundieron por terremotos y el aumento del nivel del mar entre los siglos III y VIII d.C.
Un equipo de arqueólogos egipcios anunció el hallazgo de una antigua urbe sumergida a poca distancia de Alejandría, cuyos orígenes se remontan a más de dos milenios. Entre las estructuras localizadas destacan templos de caliza, viviendas privadas, talleres artesanales, depósitos de agua tallados en roca y estanques para la cría de peces. El conjunto incluye además un muelle de 125 metros de extensión, evidencia de un sofisticado sistema portuario en tiempos ptolemaicos y romanos.
Vestigios de Canopo y su esplendor
Los especialistas coinciden en que los restos corresponden a una sección de la mítica ciudad de Canopo, célebre en la Antigüedad por su prosperidad y por albergar el culto a Serapis, divinidad creada por Ptolomeo I como símbolo de la unión entre egipcios y griegos. El asentamiento desapareció entre los siglos III y VIII d.C. a causa de terremotos y del progresivo ascenso del nivel del mar, compartiendo destino con el puerto de Heracleion.
El proceso de recuperación combinó labores de buceo con grúas que permitieron extraer estatuas y bloques de gran tamaño sin dañarlos. Entre las piezas rescatadas figuran una escultura decapitada del periodo ptolemaico, la base de otra de un noble romano, esfinges prerromanas y un ejemplar que porta el cartucho del faraón Ramsés II. También se identificaron un barco mercante, anclas de piedra y una grúa portuaria, lo que refuerza la relevancia comercial del enclave.
No obstante, el hallazgo también recuerda un desafío actual: Alejandría continúa hundiéndose lentamente debido al asentamiento natural del delta del Nilo y al uso intensivo de acuíferos. Según la ONU, el incremento del nivel del mar podría dejar inhabitable hasta un tercio de la ciudad hacia 2050, obligando a desplazar a miles de residentes y comprometiendo su patrimonio histórico.