Recientes descubrimientos arqueológicos en Caral, la civilización más antigua y sofisticada de América, situada en el valle de Supe, han revelado nuevas facetas sobre las habilidades arquitectónicas de sus habitantes. La Dra. Ruth Shady, quien dirige excavaciones en Caral durante casi tres décadas, fue quien lideró este descubrimiento que ha presentado un hito en los estudios de la antigua civilización.
El equipo de Shady, desenterró una serie de maquetas arquitectónicas en el asentamiento de El Molino, posicionado a orillas del río Supe y en la ruta al sitio arqueológico. Estos hallazgos conforman una visión significativa de la planificación urbana en Caral, sugiriendo que la civilización tenía un conocimiento sorprendentemente avanzado para su época.
CUATRO MAQUETAS MUY DETALLADAS
En total, se encontraron cuatro maquetas, todas en buenas condiciones a pesar de la erosión de miles de años. Cada maqueta ilustra con precisión un edificio piramidal que contiene una plaza circular, una escalera principal y múltiples plataformas superpuestas, similar a las estructuras en el sitio arqueológico.
Estas maquetas estarían datadas entre los años 3000 y 1800 antes de Cristo, durante el apogeo de la civilización de Caral. Aunque fueron descubiertas inicialmente en 2017 y 2018, solo tras un meticuloso estudio y análisis se ha podido confirmar la autenticidad y propósito de las maquetas.
“Este hallazgo significa que el desarrollo urbano en el antiguo Perú estuvo relacionado también con la planificación urbana, es decir se trata de un diseño predeterminado antes de las construcciones que hemos encontrado en la ciudad capital, el litoral y en esta parte del valle de Supe”, manifestó el arqueólogo David Palomino Olivos para Andina.
PROTEGEN ZONA ANTE FENÓMENO EL NIÑO
Este futuro cercano se prevé de trabajo agotador para los expertos con el propósito de determinar con exactitud qué representaban estas maquetas en el contexto de la sociedad de Caral y las construcciones que planificaban. Además del desafío académico, el sitio arqueológico de El Molino también se enfrenta a amenazas naturales.
Dada su proximidad al río Supe, es especialmente vulnerable a las inundaciones durante el Fenómeno de El Niño. Para proteger las maquetas y otros descubrimientos importantes, se están tomando medidas de precaución, entre ellos la instalación de techos con canalones para desviar el agua.