La tablista peruana Analí Gómez, natural de Punta Hermosa, la menor de 11 hermanos, hija del mar y de un humilde pescador que desde los 9 años se montó en una tabla para convertirse en ama y señora de las olas, ha hecho historia como la primera tricampeona sudamericana de surf de la WSL.
Tal vez pocos conozcan sin embargo, que las olas más bravas que ‘La Negra’ (como cariñosamente la llaman) tuvo que sortear para llegar a donde hoy está no fueron las de nuestro indomable mar, sino de las de una sociedad como la nuestra, a la que tristemente aún le falta mucho por aprender.
Pese a su envidiable carrera sembrada de títulos, hace apenas un año Analí Gómez no contaba con auspiciadores que la apoyaran e incluso llegó a denunciar con dolor que esto se debía también a un tema de racismo.
“Son un poco racistas. Ahora las marcas están apoyando a las rubias, las que son para la portada. Lamentablemente yo soy negra, pero feliz y orgullosa”, dijo entre lágrimas en aquella ocasión, cuando fue distinguida una vez más con los laureles deportivos por parte del IPD.
Hablar de los afroperuanos no es muy común en el Perú, pese a que son una parte elemental e importantísima de nuestra población, cuyas raíces se remontan a nuestros mismos orígenes y que han dejado su marca en la esencia misma de lo que hoy llamamos nuestra identidad nacional.
Las mujeres afroperuanas no son la excepción, y Analí Gómez no ha sido la única en bañar de gloria al país y llevar su nombre hasta lo más alto. Que esta galería sea entonces, un humilde homenaje a ella y una reivindicación a las peruanas que con sus manos morenas han abierto nuestro camino.