Hoy se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Mama, que recuerda a nuestra sociedad el compromiso de la lucha contra una enfermedad potencialmente devastadora que en el el Perú se ha convertido en la segunda causa de muerte para las mujeres.
¿Sin embargo, cuánto sabes acerca de su significado? Este día se distingue básicamente por un símbolo y un color: el lazo rosa. Incluso campañas como la de la Liga Contra el Cáncer, ‘Ponte Rosa’, han tomado este color como su bandera.
¿Por qué un lazo rosa?
Para empezar, hay que saber que el lazo cruzado es un símbolo mucho más antiguo que cualquier campaña y se remonta a la llamada ‘crisis de los rehenes de Irán’ del 4 de noviembre de 1979, durante la Revolución Iraní en Teherán.
Entonces, 66 personas de la Embajada de Estados Unidos fueron secuestradas exigiendo la liberación de Mohamed Reza Pahlevi, el último ‘sha’ en el exilio. La situación no se resolvió hasta 1981. Uno de los rescatados fue Bruce Laingen, jefe de la misión diplomática en Teherán.
Su esposa Penney, para aquel entonces, inspirada por una canción, había mostrado su apoyo a su esposo y los demás rehenes a través de un lazo amarillo atado a los árboles. Este símbolo ganó una enorme fuerza en todo el mundo que se ha mantenido con apenas leves variaciones hasta hoy.
¿Y por qué el color?
La primera vez que se cambió el color al lazo fue 10 años después, cuando el grupo Visual AIDS, de lucha contra el VIH, usó un lazo rojo, el cual lució Jeremy Irons en los premios Tony de 1991. Esto mostró algo entonces impensable: que Hollywood era humano y podía contraer este terrible mal.
Finalmente, tiempo y manifestaciones más tarde, Charlotte Hayley tomó la idea y tiñó el lazo de un suave color melocotón (similar al de hoy) y lo acompañó de una tarjeta donde abogaba por un mayor presupuesto para luchar contra el cáncer de seno en EE.UU., llamando a a vestir la cinta.

Las tarjetas, que fueron distribuidas por miles en supermercados y por correo a las principales figuras femeninas del país, llamaron la atención de Alexandra Penney, editora en jefe de la revista ‘Self’ que, en 1992, escribía sobre octubre y su homenaje a la lucha contra el cáncer de mama.
Ambas entraron en contacto, pero Hayley rechazó la propuesta de Penney por ser muy comercial. Así, la publicación decidió sacar su propia versión del lazo, con un tono rosa mucho más encendido que es el que usamos hoy en día.

Gracias a una colaboración con la marca de cosmética Estée Lauder, Self distribuyó 1.5 millones de lazos entre sus usuarias. Más tarde, Lauder creó la Fundación de Investigación para el Cáncer de Mama, que ha donado más de 325 millones de dólares para su investigación.
Desde el gran gesto de Penney Laingen, pasando por la noble cruzada de Charlotte Hayley hasta la visión de Alexandra Penney, el lazo que hoy en día usamos representa mucho más que una campaña: se trata de la historia de la fortaleza y capacidad de la mujer en tiempos adversos.