Dos potentes erupciones solares producidas el miércoles pusieron en alerta a los científicos y no es para menos, porque la segunda de ellas se convirtió en la más intensa de la que se tenga registro desde el inicio del ciclo de actividad en setiembre de 2008, informó la NASA.
Las emisiones fueron detectadas y grabadas por el satélite Solar Dynamics Observatory de la agencia espacial estadounidense. Las llamaradas de radiación pueden perturbar el funcionamiento de los satélites de comunicación y el GPS, así como las redes eléctricas al alcanzar la atmósfera superior de la Tierra.
El Centro de Predicción de Meteorología Espacial (SWPC), señaló que las erupciones, de ‘categoría X’ perturbaron las comunicaciones de radio de alta frecuencia por una hora del lado de la Tierra frente al Sol. Las comunicaciones de baja frecuencia usadas en la navegación también fueron afectadas.
Las erupciones ocurrieron en una región activa del Sol donde sucedió otro evento de intensidad media el pasado 4 de septiembre. En el ciclo actual del Sol, que comenzó en diciembre de 2008, la intensidad de la actividad disminuyó repentinamente, iniciando el camino al “mínimo solar”.
Los ciclos solares duran unos 11 años y hacia el fin de la fase activa este tipo de erupciones son cada vez más raras, aunque pueden ser potentes. Cuando se acumula energía magnética en ciertos lugares se producen las tormentas solares.
Los chorros de materia ionizada a toda velocidad se proyectan más allá de la corona del sol y alcanzan cientos de miles de kilómetros de alto.