Un total de 16 entierros de inmigrantes chinos que datan del siglo XIX fueron identificados por el Ministerio de Cultura en la cima de la huaca Bellavista, en Santa Anita, durante investigaciones correspondientes a la segunda temporada del proyecto de investigación y puesta en valor del sitio arqueológico.
Fue cuando se excavaba la capa superficial y de los escombros cuando se encontró los entierros de individuos en posición extendida, señaló Roxana Gómez, representante del proyecto de recuperación de la Zona Arqueológica Bellavista.
Estos tienen la vestimenta típica de los inmigrantes chinos: saco de color verde azulado con ojales de cuerdas transversales. De los 16, cinco individuos fueron colocados en ataúdes de madera negros de 1.80 m. con forma trapezoidal.
Uno de estos ataúdes contenía además una pipa compuesta por una copa de porcelana blanca decorada con diseños de flores de color azul y unida con una cánula de 34 cm. de largo, junto a un recipiente de porcelana marrón de 5 cm de diámetro y una alforja blanca con diseños de líneas delgadas verdes.
Los 11 individuos restantes fueron colocados directamente sobre la tierra y los cuerpos solo conservaban sus prendas personales: camisas, saco y varias telas dobladas, para finalmente ser envueltos con una tela gruesa de color marrón con líneas azules y un tapete de fibra vegetal, sujetados por varias soguillas.
Con estos hallazgos, se llegó a la conclusión de que la cima de la huaca fue usada como cementerio por los inmigrantes que llegaron desde Asia a trabajar en las tierras de cultivo de la Hacienda Zavala, dedicada a la producción de algodón, entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Los inmigrantes, al no ser católicos, no podían ser enterrados en los cementerios.