Polémica investigación genética sostiene que los ‘cráneos Paracas’ no son humanos
Un investigador estadounidense está convencido de que parte de los restos encontrados en Paracas son biológicamente diferentes a los seres humanos.
Un investigador estadounidense está convencido de que parte de los restos encontrados en Paracas son biológicamente diferentes a los seres humanos.
Qué duda cabe que nuestra cultura precolombina está llena de enigmas y misterios que hasta hoy nadie puede descifrar y que son materia de estudio de muchas personas en todo el mundo. Es el caso de Paracas y su milenaria civilización descubierta por Julio César Tello en los años 20, época en la que el arqueólogo peruano encontró los famosos y controversiales ‘cráneos Paracas’ que se caracterizan por tener una forma alargada.
Pues bien, desde hace algunos años el investigador estadounidense Brien Foerster viene estudiando el tema a profundidad para demostrar una polémica teoría que para algunos parece un disparate pero que puede resultar muy interesante.
Resulta que en 2011, Foerster convenció a Juan Navarro, propietario/curador del Museo de Historia de Paracas, de que varias muestras de los cráneos debían ser analizadas genéticamente. Y es que el estadounidense estaba sorprendido por las particulares características de los ‘cráneos Paracas’, ya que eran muy diferentes a los cráneos deformados de otras culturas.
Según Foerster, los ‘cráneos Paracas’ son un 25% más grandes y hasta un 60% más pesados que los cráneos de seres humanos normales. También son estructuralmente diferentes y sólo tienen una placa parietal, mientras que los humanos ordinarios tienen dos. Él estaba convencido de que eso no pudo ser producto de ninguna técnica milenaria, como se ha dicho siempre. Por eso solicitó hacer un examen de ADN cuyos resultados alborotaron a la comunidad científica.
Las muestras de cabello, incluyendo las raíces, un diente, hueso del cráneo y muestras de piel fueron tomadas de cinco cráneos diferentes y entregadas al conocido investigador paranormal Lloyd Pye, quien se las pasó a un científico anónimo en Texas para el análisis genético. Tras las primeras pruebas, este experto se comunicó con Brien y le dijo exactamente lo siguiente:
“Brien, cualquiera que sea la muestra que provenga de la etiquetada 3A, tiene un ADN mitocondrial con mutaciones desconocidas en cualquier ser humano, primate o animales conocidos hasta ahora. Los datos están aún incompletos y todavía es necesario hacer montón de secuencias para recuperar la secuencia completa del ADN mitocondrial. Pero en los pocos fragmentos que he sido capaz de secuenciar la muestra 3A, indican que si estas mutaciones se sostienen (en el resto de la secuencias) se trata de una nueva criatura humana, muy distante del Homo sapiens, los neandertales y los homínidos de Denisova.”
Evidentemente, este genetista anónimo desliza la posibilidad de que los cráneos pertenecían a individuos biológicamente diferentes a los seres humanos, cuya reproducción entre sí hubiera sido imposible. "No estoy seguro de que estén en el árbol evolutivo conocido", agregó. Esto originó la polémica teoría de que en Paracas vivió una civilización que no parecía ser de este planeta.
Como era de esperarse, más de un científico puso el grito en el cielo y cuestionó duramente esta investigación que si bien capturó la atención del mundo entero, no llega a convencer a los expertos. Y es que se trata de resultados preliminares que no fueron estudiados a fondo ni revisados por otros especialistas. Además, el misterio sobre la persona y el lugar donde se realizaron las pruebas genera muchas dudas.
“La cuestión es que si ellos eran tan diferentes entonces no podían cruzarse con los humanos, se reprodujeron dentro de su pequeña población”, dijo Brien Foerster tras conocer esos controversiales resultados genéticos. Muchas personas aseguran que la única intención de Foerster es hacerse famoso y vender libros. Además cuestionan sus conocimientos ya que no tiene mayor formación arqueológica.