Harald Helfgott es un destacado matemático de reconocida trayectoria profesional, carrera que básicamente la desarrolló entre Estados Unidos y Europa. Aunque su apellido no es muy familiar para nosotros, debemos decir que este genio de los números es peruano y hace poco recibió una importante distinción internacional.
Helfgott, nacido en Lima en 1977, fue el primer latinoamericano y el científico más joven en ganar la Cátedra Humboldt, que dota a sus beneficiarios con US$3,9 millones por responder a una pregunta que rompía la cabeza de los científicos hace casi 300 años: "¿Es cierto que todo número impar mayor que cinco puede expresarse como la suma de tres números primos?".
Y es que en 1742, el matemático prusiano Christian Goldbach aseguró que “todo impar mayor que cinco puede escribirse como la suma de tres primos”. A este planteamiento se le llamó ‘Conjetura débil de Goldbach’ y jamás pudo comprobarse. "El trabajo serio para comprobar la conjetura débil comenzó a principios del siglo XX. Antes, nadie sabía ni por dónde comenzar", dice Helfgott.
Fue entonces que en el año 2005 el matemático peruano comenzó a estudiar el trabajo de otros científicos que habían comprobado la conjetura débil para cierta cantidad de números. Desde aquella época, Helfgott se dedicó prácticamente a tiempo completo a investigar y hallar la respuesta que nadie pudo encontrar.
Pero en junio de 2013, por fin la halló y demostró en un trabajo de 79 páginas que la conjetura débil de Goldbach era cierta. Este logro hizo que su carrera, ya exitosa, se ponga a otro nivel, siendo invitado a dar charlas en Australia y varios países de América, Europa y Asia. Helfgott también ha recibido una beca del Consejo de Investigación de Europa, que invertirá en multiplicar los conocimientos de la teoría de números.
“Crecí en el Cercado de Lima y estudié en el ‘María Alvarado’ hasta cuarto de primaria, luego fui al ‘Humboldt’ como becario. Estuve aquí hasta los 16 años, después viajé a Estados Unidos y estudié en la Universidad Brandeis (Matemáticas y Ciencias de la Computación)”, cuenta Helfgott, quien también llevó un doctorado en Princeton y un post doctorado en Yale, y se convirtió en investigador en el Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia.