Cuando Mark Peters salió al mar de Santa Cruz en California, fue para pescar unos cuantos atunes. Sin embargo, la madre naturaleza lo sorprendió con un evento sin igual, una manada de delfines de flanco blanco empezó a seguir el recorrido de su navegación.
Se sabe que a los delfines les gusta acompañar a los navegantes, pues aprovechan los remolinos que dejan los navíos para facilitar su buceo.
Para el deleite de todos, Peters contaba con una cámara atada a la hélice del bote, así que consiguió grabar este maravilloso evento.