Este es el caso de Miriam Cabrera, una mujer que se sometió a una cirugía estética para reducir su abdomen por un precio muy bajo. Sin embargo, tras la operación se evidenció la presencia de una bacteria en su cuerpo, la cual es muy peligrosa pues se encarga de comer los tejidos. Según el médico infectólogo, Dr. Luis Arcilla, esto se habría dado porque los instrumentos con los que se le practicó la operación no estaban correctamente estirilizados. El cirujano plástico que la operó negó responsabilidad y culpó a la clínica donde fue intervenida la paciente. Sin embargo, no ha realizado la denuncia correspondiente, que según el presidente del Comité de Ética, Dante Añaños, debe presentar el médico. Por ello, el cirujano plástico Dr. Julio Kirshbaum, recomendó a las pacientes revisar que los doctores que lo atiendan tengan al menos 7 años de experiencia en este tipo de operaciones.