El economista César Bedón explicó que los 3600 millones de dólares que se invertirá en este proyecto no saldrán del tesoro público, sino del bolsillo de los peruanos; pues está comprendido en el pago de la luz eléctrica que realizan todos los habitantes de este país. Esto debido a que el gasoducto servirá para alimentar a dos centrales termoeléctricas del sur. Además, alertó que dicho proyecto no cuenta con un estudio económico financiero que demuestre si el proyecto es rentable o no, así como tampoco tiene un contrato definitivo, por lo que todo apuntaría a que se quedará "varado". Finalmente, indicó que por cada propuesta del Estado que no resulté, los peruanos son los que pagan las consecuencias.