Tras la presión de los pobladores y familiares de la víctima, el oficial de policía Óscar Revilla González, confesó haber asesinado a su esposa, Teófila Martell Alejos por negarse a abortar. Las sospechas obligaron a la División de Investigación Criminal a arrestar al policía por la extraña muerte de la mujer, quien tenía 19 semanas de gestación. Lo que más indignó a la población fue que el policía participó del levantamiento del cadáver e incluso organizó el sepelio. Un caso similar se registró en Arequipa, donde un reciclador halló el cuerpo de una mujer que habría sido asesinada y abandonada en el lugar por razones aún desconocidas. Finalmente, en Tumbes, la vivienda de la administradora del gobierno regional fue atacada por delincuentes, quienes lanzaron bombas molotov provocando un incendio y destruyendo una camioneta y una moto. La funcionaria sospecha que el ataque haya sido organizado por los trabajadores del gobierno.