El operativo "Trapecio III", en el que se capturó al peligroso delincuente Jesús Marcos Ardela Mihue, conocido como "Ángel Chibolo", permitió la liberación de 20 niños quienes eran utilizados para producir cocaína que después era vendida a Brasil y Colombia. La labor de inteligencia de la Dirandro puso al descubierto un total de 28 laboratorios clandestinos de pasta básica de cocaína, en los que se explotaba a menores de entre 8 y 13 años. Además, se supo que en dicha zona, ubicada en el departamento de Loreto, las mujeres también aceptan trabajar para las mafias, pues reciben un promedio de 30 soles por día.