La caída de Deivi Junior Romero Ullilien, conocido como el ‘Jorobado Deivi’, marca un nuevo golpe contra la red criminal que dejó al mando de La Libertad sumergida en extorsiones, secuestros y tráfico de terrenos. Su captura se produjo en pleno centro de Buenos Aires gracias a un trabajo coordinado entre la Policía Federal Argentina, Interpol y las autoridades peruanas.
SU VÍNCULO CON LOS PULPOS
Aunque su nombre pasó por años bajo el radar, su alias encendió las alertas: el ‘Jorobado Davy’ aparece como figura relevante en la estructura residual de Los Pulpos, además de su vínculo familiar directo con sus cabecillas.
“Este personaje figuraba en la estructura criminal de extorsiones en Trujillo y actuaba como un brazo alterno en el tráfico de terrenos”, explicó un alto mando policial. Su cercanía con la cúpula no era casual: Romero fue pareja de Katherine Cruz Arce, hermana de los hermanos Arce Cruz —John, Miller y Milton—, pilares históricos de la organización.
La propia Katherine quedó al descubierto en julio del 2024, cuando la policía rescató a una estudiante secuestrada en Trujillo. Desde entonces cumple prisión preventiva, pero la investigación abrió un nuevo flanco: un presunto brazo narcotraficante que podría haber extendido las operaciones de Los Pulpos hasta Argentina.
Ese sería precisamente el rol que habría jugado el ‘Jorobado Deivi’. Según fuentes argentinas, investigadores locales ya lo relacionan con Tony Valverde, alias ‘Pequeño J’, acusado de un triple feminicidio que conmocionó Buenos Aires. El caso obligó a reconstruir las rutas delictivas de Valverde y rastrear posibles socios. Allí apareció Romero Ullilien.
“Tenía identidades falsas, cambiaba documentos y se movía con cautela. Lo veníamos siguiendo desde julio”, informó el fiscal argentino Santiago Marquev, quien lideró parte del operativo.
El arresto se realizó en la calle Cerrito 11, en pleno microcentro porteño. Deivi vivía oculto, evitaba rutinas fijas y mantenía contactos mínimos para no levantar sospechas. Aun así, la alerta roja de Interpol permitió estrechar el cerco.
En Perú, la PNP considera su detención como “un triunfo” en medio de la escalada de atentados y extorsiones que golpean al norte del país. Sin embargo, aún no se ha revelado qué información guardaba, ni hasta dónde llegaba su rol en el presunto nexo entre redes de extorsión trujillanas y organizaciones de narcotráfico activas en territorio argentino. Las autoridades peruanas ya preparan la documentación para gestionar su retorno al país, donde afrontará múltiples investigaciones por crimen organizado.