Se sigue desarrollando el paro de transportes convocado para este martes 4 de noviembre en Lima y Callao. En el cruce de las avenidas Túpac Amaru y San Felipe, en el límite de Comas y Carabayllo, la Policía Nacional bloqueó el avance de una caravana de más de 20 buses pertenecientes a las empresas Nueva América y Evipusa, que tenían como destino final la zona de Acho.
Los agentes de la comisaría de Collique y Santa Isabel cercaron ambos sentidos de la vía principal y la auxiliar, impidiendo el paso de los conductores que formaban parte de la movilización.
“Queríamos avanzar pacíficamente, no hemos causado disturbios. Solo pedimos seguridad y que el Gobierno haga algo por todos los peruanos que estamos sufriendo la delincuencia”, manifestó uno de los choferes retenidos en la zona.
Los transportistas denunciaron que el bloqueo policial vulnera su derecho al libre tránsito. “Estamos reclamando nuestros derechos de forma pacífica, pero la Policía nos impide avanzar”, expresó otro conductor de la empresa Nueva América.
Durante la protesta, los manifestantes mostraron fotografías de compañeros asesinados por mafias extorsionadoras, como el caso de Alfredo Arturo Ramón Ramos, conductor de la misma empresa que fue atacado en septiembre pasado mientras trabajaba.
Según explicó el equipo de Buenos Días Perú, los manifestantes buscaban desplazarse en caravana hacia el Rímac como muestra de solidaridad por los colegas víctimas de la inseguridad. “Su intención no era llegar al Congreso, sino concentrarse en Acho”, precisó el reportero Airton Luera.
Hasta el cierre de esta edición, la situación se mantenía sin enfrentamientos, aunque el cierre parcial de la Túpac Amaru generó congestión vehicular en el norte de Lima. Los transportistas insisten en que la paralización busca llamar la atención del Gobierno frente al aumento de asesinatos y extorsiones en el sector transporte.