El asesinato de un conductor en San Juan de Miraflores el último sábado fue la chispa que encendió una nueva protesta del gremio de transporte urbano. Este 6 de octubre, decenas de empresas detuvieron sus operaciones durante 24 horas en señal de protesta y para exigir al Gobierno una respuesta efectiva frente a las extorsiones, que —según los transportistas— se han convertido en una amenaza constante para sus vidas y sus negocios.
Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional del Transporte, explicó a Buenos Días Perú que la medida, denominada “apagado de motores”, no busca generar caos, sino llamar la atención del Ejecutivo. Desde un inicio, marcó distancia de los actos violentos reportados durante la jornada. “No necesitamos esto… y si tienen que tomar y asumir su responsabilidad que la tomen, porque no necesitamos esto”, señaló. Además, recordó que la convocatoria tuvo un carácter estrictamente pacífico: “Se supone que este es un apagado de motores y que los que desean marchar sea de forma pacífica”.
Ojeda explicó que la decisión de detener las unidades fue tomada tras una reunión con el Ministerio del Interior el domingo previo a la protesta. En ese encuentro, el gremio acordó actuar si uno de sus miembros era atacado. “Si se tocaba un conductor o un cobrador y si este falleciera… la situación no va a mejorar en dos días, no va a mejorar en una semana, pero tampoco nos vamos a quedar callados; se toca a uno, apagamos todos”, afirmó.
El dirigente cuestionó también la respuesta del Gobierno tras el crimen y calificó de “impotencia” las versiones que apuntaban a motivos distintos a la extorsión. Además, reclamó una estrategia clara y coordinada desde las más altas instancias del Estado. “Queremos articulación no solamente de mandos medios, sino de mandos altos, porque ellos están peleados”, advirtió.
Ojeda lanzó duras críticas contra la falta de acciones concretas para frenar el accionar del crimen organizado. “¿Cómo puede ser que las empresas telefónicas vendan chip sin nombre?rdquo;, preguntó. “¿Cómo es posible que en la cárcel no desactiven las llamadas telefónicas y sigan comandándose a sus soldados? ¿Cómo es posible que la banca no dé los secretos bancarios? Porque esta es una nación de emergencia”.
HACE LLAMADO A BOLUARTE
Ante este escenario, el gremio exige que la presidenta Dina Boluarte encabece una mesa de diálogo con propuestas reales. “Nunca un presidente dejó de recibir —y menos con esta crisis—. El transporte necesita una reunión… queremos hablar con la presidenta y con el premier”, enfatizó. También lanzó una advertencia: “Si no tenemos una reunión, la situación puede complicarse. No es una amenaza, es una decisión”.
Aunque reconoció el impacto que tienen estas protestas, Ojeda aseguró que no darán marcha atrás. “No vamos a parar en el tema de las convocatorias”, afirmó, al tiempo que recordó el costo humano que enfrenta el sector: “Han afectado a 47 familias y eso vale más”.
Finalmente, el dirigente pidió no generalizar el accionar policial y resaltó el valor del trabajo conjunto. “Tenemos que respetar… el pasaje gratuito a los bomberos y a la policía”, dijo. Asimismo, insistió en la urgencia de políticas públicas estables y la profesionalización del sector. “Hasta cuándo vamos a estar así discutiendo políticas públicas que tienen que ser respetadas”, cuestionó.
“Mil disculpas a la población… necesitamos una reunión de carácter de urgencia”, concluyó.