En medio de las intensas garúas que afectan diversos sectores de Lima, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) emitió una seria advertencia: abrir buzones de desagüe para evacuar el agua acumulada en calles y avenidas puede generar consecuencias graves tanto para la infraestructura como para la salud pública.
La situación fue evidenciada en las inmediaciones del hospital de emergencia de Villa El Salvador, donde personal —presuntamente vinculado a la municipalidad— fue grabado recogiendo agua con baldes y vertiéndola directamente en los buzones de alcantarillado. Según SUNASS, esta práctica, además de estar prohibida, podría ocasionar rupturas en las redes administradas por Sedapal y provocar el colapso del sistema en otros puntos de la ciudad.
“El alcantarillado no está diseñado para recibir agua de lluvia. Esta acción puede producir atoros, aniegos y transformar el agua de lluvia en aguas servidas altamente contaminantes”, explicó Ulises Alfaro, vocero de SUNASS.
Además del riesgo sanitario, el vocero advirtió que abrir los buzones de manera forzada daña la infraestructura, como se constató en la zona, donde algunas tapas metálicas mostraban señales de manipulación.
La advertencia de SUNASS no solo está dirigida a la población civil, sino también a las municipalidades, a quienes se exhortó a capacitar adecuadamente a su personal y a actuar de manera coordinada con Sedapal ante este tipo de emergencias.
¿Qué hacer en caso de inundación por lluvias?
La recomendación es que los vecinos reporten el caso a sus respectivas municipalidades, que deben activar sus áreas de gestión de riesgos para atender la emergencia sin dañar las redes de saneamiento. En caso de tratarse de roturas o filtraciones, la llamada debe dirigirse directamente a Sedapal.