Las temperaturas van en aumento y las playas de la Costa Verde comienzan a rebosar de bañistas. Pero lamentablemente la triste realidad de nuestros balnearios es un peligro para todos, con puentes peatonales inconclusos y que no llevan a ningún lado, escaleras en mal estado, malecones rotos y pistas que podrían colapsar.
Mientras las obras en este lugar continúen judicializadas no podrán culminarse. Lo peor es que ante la falta de solución se han colocado puentes provisionales, que no podrían soportar la alta carga peatonal por mucho tiempo.
Incluso dos jóvenes canadienses que vinieron a hacer turismo en nuestro país sufrieron un percance y terminaron con lesiones a causa del mal estado de las escaleras. Las autoridades deben mantener la costa de nuestra capital en buen estado, antes de que ocurra una tragedia.