Pese a los latentes problemas que aquejan a la capital como la inseguridad ciudadana, los ambulantes en las calles, los baches en las pistas, el caos del transporte público, la falta de estacionamientos, entre otros ya conocidos, las sesiones de concejo en la Municipalidad de Lima revelan que las autoridades se distraen con otras actividades y no hacen lo que les corresponde. Se evidenció que no todos los regidores asisten a las reuniones y que, los que están presentes duermen, conversan o verifican sus celulares en vez de prestar atención a los temas en discusión. Además, los documentos de agenda indican muchos temas a tratarse, sin embargo, en ocasiones no se cumple con ésta o no abordan las grandes políticas públicas.