Las miembros de la primera promoción de mujeres reservistas de 1975 revelaron que cuando iniciaron su formación militar eran menores de edad e incluso tuvieron que rogar a sus padres para que firmaran el documento denominado "renuncia a la vida". Sin embargo, indican que recibieron una formación en valores, carácter y conciencia nacional que dejó huella en ellas y les sirvió para educar a su familia y convertirse en mujeres de éxito. Asimismo, resaltaron la actitud de las mujeres quienes están de acuerdo en realizar el servicio e instaron a los jóvenes a optar por esta formación.