Aquella tierra eriaza e inexplorada que recibió a miles de inmigrantes huyendo del terrorismo hace tres décadas, ha presenciado el crecimiento y progreso de sus pobladores año tras año. Con pocos recursos, mucho esfuerzo y trabajo, éstos peruanos vuelven a definir el concepto de patria en el refugio que les dio una segunda oportunidad. Tal es el caso de Justo Parco, quien tras mucho empeño ha logrado progresar con su empresa e indica que él y sus vecinos tienen pensado seguir promoviendo la creación de nuevas empresas para que "la ciudad de la esperanza" siga creciendo.