El presidente Rodrigo Duterte ordenó detener a todos los que usen de manera incorrecta la mascarilla, pues en su país la segunda ola del COVID-19 se ha disparado. “Si no usa la mascarilla correctamente para proteger al público y a sí mismo, será arrestado, sin importar lo que esté haciendo”, señaló Duterte.
Hasta el momento, en Filipinas se han detectado más de 1 millón 73 mil contagios y más de 17,800 muertos relacionados al SARS-CoV-2. Miles de personas han sido sancionadas por violar las normas establecidas para luchar contra el coronavirus desde que se reforzaron las restricciones en la capital y las provincias vecinas a finales de marzo, debido a un brote de casos.
El Ministro de Justicia y el jefe de la Policía instaron a los agentes a imponer multas o servicios comunitarios a los infractores, en lugar de detenerlos, tras la muerte de un hombre que al violar el toque de queda fue obligado a realizar un centenar de flexiones.