Migrantes centroamericanos arriesgan sus vidas al intentar cruzar la valla que separa México de Estados Unidos, en medio de empujones y con mujeres que llevan niños en brazos, sin que la policía local pudiera hacer nada para detener a la multitud.
Al menos 500 migrantes se lanzaron de la valla, en Tijuana, pero desistieron de cruzar al ser alcanzados por gases lacrimógenos desde el norte, al tiempo que los estadounidenses cerraron la frontera.
Helicópteros estadounidenses sobrevolaban la frontera, controlando los intentos de cruzar de los migrantes y lanzando gases lacrimógenos. Con dificultades para respirar, muchos desistieron de su objetivo, incluso una mujer cayó del muro y se desmayó.
Tras el sorpresivo intento de los centroamericanos por cruzar la valla, la agencia de aduanas y seguridad fronteriza de Estados Unidos decidió cerrar el paso fronterizo con Tijuana, tanto de vehículos como de peatones.
Estos migrantes forman parte de una gigantesca caravana, la mayoría de hondureños, quienes llegaron a sumar unos 7000, de los cuales 5000 han llegado hasta Tijuana. El magnate, Donald Trump, ha advertido que no permitirá que pidan refugio quienes crucen de manera ilegal y ha amenazado con cerrar los más de 3200 km de frontera con México.