En lo que va del año, 22 tiroteos se han registrado en escuelas de los Estados Unidos, lo que significa que en promedio cada semana ocurrió un tiroteo que involucra heridos o víctimas mortales. Tan solo el viernes pasado 9 adolescentes y un adulto perdieron la vida en el estado de Texas producto de los disparos de un estudiante de 17 años, quien ingresó a su centro educativo y abrió fuego con una escopeta y una pistola de su padre. El tirador fue identificado como Dimitrios Pagourtzis, quien jugaba en el equipo de fútbol de la escuela Santa Fe High School y además era víctima de bullying. Tras su detención confesó ser el autor y mencionó que le perdonó la vida a quienes le caían bien para que puedan contar su historia.
Este año, además, se registró el tiroteo más mortífero que se haya registrado en una escuela secundaria en el país norteamericano, donde 17 personas, entre estudiantes y profesores fueron asesinados por un solo atacante identificado como Nikolas cruz, un adolescente conocido por ser callado en el aula pero visto en su vida social como un muchacho que presumía de tener armas.
En el 2018 han ocurrido tiroteos en 15 estados, siendo California el más afectado y convirtiendo a los Estados Unidos en el país que lidera la tabla en cuanto a las cifras de disparos ocurridos en escuelas. Cabe indicar que este escenario ha provocado que algunas escuelas tengan armas para que los profesores repelen posibles ataques y estén entrenados frente a estos sucesos, otras instituciones han creado pizarras antibalas.
Pese a los números, el presidente Donald Trump, mantiene su discurso: no restringir la venta de armas de fuego y ha reiterado su apoyo a la asociación nacional del rifle, quienes financiaron su campaña con 30 millones de dólares para que resultara elegido presidente.
Por ultimo el 42% de las armas en poder de civiles en el mundo están en manos de estadounidenses, esta cifra alarmante también explica la situación en la que hoy y desde hace años están sumergidos.