Al parecer la llegada del ex contratista prófugo de la CIA provocaría la pugna entre los países. Esto se dejo entrever en las manifestaciones del presidente Correa, quien afirmó que "decidirá con absoluta soberanía" acerca de la petición de asilo. Por su parte, el presidente Barack Obama manifestó que su Gobierno está siguiendo todos los canales legales en el caso. Asimismo, autoridades norteamericanas indicaron que se encuentran "decepcionados" de la actitud de China y Rusia, quienes facilitaron su salida. Aseguraron que esto "tendría, sin ninguna duda, un efecto y un impacto en las relaciones".