En Carne Propia: reportera de ASD se convierte en cirquera por un día

Dicen que la regla de oro para un circense es nunca dejar de sonreír por mas que la situación sea un total acto mortal, así tengan que colgarse a 8 metros de altura para presentar un número o pasar por un aro de fuego, todo para lograr el asombro y arrancarle unos aplausos al público.

La vida del circo es más dura de lo que se puede imaginar la gente, el peor enemigo para los miembros del circo no son los números cada vez más difíciles, las lesiones, los viajes, la carretera, las inclemencias del tiempo. El circo es testigo de amores y desamores, de triunfos y en ocasiones de tragedias.

El circo ha sido desde siempre una forma clásica de diversión; la palabra procede del latín circus y designaba el escenario romano donde se originaron muchos de los números que pueden verse hoy en una función circense.

La popular “Ñañita”, se pondrá en los zapatos de algunos cirqueros que asombran y roban sonrisas con sus grandes habilidades y probablemente este sea uno de los reportajes mas extremos que haya realizado nuestra reportera Morelia García, ella desafiará al fuego en un acto de magia imperdible y realizará increíbles retos.