La Marina de Guerra del Perú tiene nuevo comandante general. Se trata del almirante Federico Bravo de Rueda, quien reemplaza oficialmente a Luis Polar Figari en el máximo cargo naval del país. Sin embargo, su nombramiento no ha estado exento de controversia, ya que su trayectoria incluye vínculos pasados con el prófugo de la justicia y exgobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón.
VÍNCULOS CON CERRÓN
En 2019, cuando Bravo de Rueda se desempeñaba como director de Servicios Industriales de la Marina, firmó junto a Cerrón un convenio para la construcción de un puente que uniría Chupana con Huancayo. La Contraloría General de la República detectó irregularidades en las adendas del proyecto y en transferencias por más de 70 millones de soles a favor de la empresa Cesma Ingenieros, la cual fue subcontratada por la unidad comandada por el hoy jefe naval.
El nombramiento de Bravo de Rueda implicó el retiro anticipado de otros oficiales que estaban por delante en la línea de sucesión, entre ellos los vicealmirantes César Colunge Pinto y Rodolfo Sablich Luna, este último entonces director general de Capitanías y Guardacostas. A pesar de ello, el ministro de Defensa, Walter Astudillo, y la presidenta Dina Boluarte optaron por promover a Bravo de Rueda.
Fuentes del Ejecutivo revelaron que el relevo de Polar Figari se discutió el 1 de agosto en una reunión en Palacio de Gobierno. Sablich llegó a las 2:37 p.m. y se retiró a las 4:00 p.m.; mientras que Bravo de Rueda ingresó a las 2:55 p.m. y permaneció hasta las 4:28 p.m., lo que evidenciaría la preferencia presidencial por este último, como quedó confirmado en la posterior ceremonia de ascenso.