En medio de una grave crisis política y con el Congreso a punto de debatir una posible censura contra el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, la presidenta Dina Boluarte sorprendió este martes con el cambio de tres ministros clave en su gabinete.
Durante la tarde, se oficializó la salida del ministro de Economía, José Arista Salardi, quien apenas llevaba poco más de tres meses en el cargo. En su reemplazo, Boluarte designó a Raúl Pérez Reyes, exministro de Transportes y hombre de confianza del Ejecutivo. Precisamente esa cartera, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), pasó a manos de César Sandoval Pozo, militante de Alianza para el Progreso (APP) y exasesor presidencial. El tercer cambio se dio en el Ministerio del Interior, donde Julio Díaz Zulueta fue reemplazado por Carlos Malaver tras menos de dos meses en funciones.
MENSAJE AL CONGRESO
El periodista Augusto Álvarez Rodrich interpretó la maniobra como un intento de Boluarte por enviar un mensaje al Congreso: “Lo que está provocando es decir ‘miren, hemos hecho cambios en el gabinete y, a pesar de eso, van a censurar al premier’, con lo cual se tendría que nombrar a un nuevo gabinete. Si eso ocurre dos veces, la presidenta tiene la potestad constitucional de disolver el Congreso”.
No obstante, la Carta Magna impide al Ejecutivo disolver el Parlamento en el último año de gobierno. Esto significa que Boluarte solo tendría esta opción hasta el 28 de julio de 2025. Desde el 29 de julio en adelante, quedaría completamente en manos del Legislativo.