Ruth Shady continúa sin protección policial pese a amenazas de muerte
Peñico, un importante hallazgo arqueológico cercano a Caral, enfrenta abandono por parte del Estado y amenazas contra la arqueóloga por parte de traficantes de terrenos.
Peñico, un importante hallazgo arqueológico cercano a Caral, enfrenta abandono por parte del Estado y amenazas contra la arqueóloga por parte de traficantes de terrenos.
Una nueva joya arqueológica ha emergido en la costa central del Perú. Se trata de Peñico, un asentamiento ubicado a pocos kilómetros de Caral, la primera civilización de América, y que ahora promete reescribir parte fundamental de nuestra historia ancestral.
Las recientes excavaciones, dirigidas por la reconocida arqueóloga Ruth Shady, revelan que Peñico habría surgido tras la desaparición de Caral, entre el 1800 a.C. y épocas posteriores, consolidándose como un centro articulador regional que continuó la tradición civilizatoria del valle de Supe.
En el sitio se han identificado plazas hundidas, estructuras ceremoniales, almacenes comunales y una notable planificación urbana que reflejan una sociedad organizada, cohesionada y con prácticas integradoras que les permitieron adaptarse y mantenerse estables en un contexto de cambio.
DENUNCIA DE AMENAZAS
Sin embargo, este valioso legado está hoy bajo amenaza. Ruth Shady, directora de la Zona Arqueológica Caral, ha denunciado públicamente el abandono por parte del Estado. El sitio no cuenta con resguardo policial, y los pocos fondos asignados solo permiten contratar vigilancia privada limitada. La investigadora ha sido incluso amenazada de muerte por traficantes de terrenos, que ven en estas tierras patrimoniales una oportunidad para la ilegalidad.