Dirigentes de ollas comunes rechazan reglamento en el que Municipios serán intermediarios

Como todos los días al mediodía, Gabriela Salazar, hace las actividades respectivas para todos los vecinos de la ollita común Virgen de Fátima en San Juan de Lurigancho (SJL), quienes disfrutarán de menús deliciosos.

Sin embargo, esta olla común que atiende a 40 familias y fue fundada hace dos años, recién cuenta con el apoyo del programa Qali Warma.

Por este tipo de gestión, las diferentes representantes de las ollas comunes a nivel nacional rechazan el reglamento aprobado desde el Congreso que concede a los Municipios actuar como intermediarios para abastecer de víveres a las ollas comunes.

RECHAZAN REGLAMENTO

Es por ello que piden la conformación de una comisión que actúe en remplazo de las municipalidades. Además, exigen que el presupuesto destinado para las cerca de 3 000 ollas comunes a nivel nacional sean directamente enviado a las tesoreras y presidentas.

Ellos esperan llegar a un acuerdo con el Parlamento por el bienestar de las ollas comunes que aún padecen el alza de precio de los alimentos.