Callao: sicarios asesinan a mujer cuando salía rumbo a su trabajo
Pese a la declaratoria de estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao, la criminalidad sigue cobrando vidas.

Pese a la declaratoria de estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao, la criminalidad sigue cobrando vidas.
Pese a la declaratoria de estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao, la criminalidad sigue cobrando vidas. Desde el inicio de la medida, seis personas fueron asesinadas en distintos distritos de la capital y el primer puerto, entre ellas una joven trabajadora, una madre y su hija, y un agente policial.
SEIS PERSONAS ASESINADAS
Lesly Tejada Pacheco, de 28 años, fue atacada a balazos en el jirón Guisse, en el Callao. La joven acababa de salir de su vivienda rumbo a su centro de trabajo, cuando un sicario descendió de un automóvil y le disparó dos veces. Vecinos relataron que la víctima se desempeñaba como trabajadora de limpieza en la Prefectura del Callao.
Horas antes, en Carabayllo, el alférez de la Policía Nacional Jhordy Escobedo Mori, de 23 años, fue asesinado dentro de su camioneta cuando se encontraba junto a su pareja. Mientras tanto, en San Juan de Lurigancho, madre e hija —Diana Portella Harter (53) y Litzy Karen Espinoza Harter (30)— fueron brutalmente apuñaladas por delincuentes que intentaron robarles sus pertenencias cuando regresaban a su vivienda. Ambas murieron en el lugar del ataque.
El primer crimen registrado bajo el estado de emergencia ocurrió el miércoles por la madrugada, cuando Juan Montúfar Gómez, de 62 años, dedicado a la jardinería, fue asesinado a balazos dentro de la vivienda que cuidaba en el asentamiento humano Las Lomas, también en Carabayllo. Su familia exige justicia y cuestiona la efectividad de la medida.
La violencia también alcanzó al Rímac, donde Jesús Rojas Barbarán fue asesinado de cinco disparos mientras descansaba en una obra de mejoramiento de vías en la zona de Flor de Amancaes. Hasta el cierre de este informe, seis personas han sido asesinadas desde el inicio del estado de emergencia, reflejando que, pese al despliegue policial y militar, la ola de criminalidad sigue sin ser controlada.