La necropsia practicada al cadáver de María Rosa Castillo Gonzales, quien fue asesinada por su hijo Marco Gabriel Arenas Castillo, estableció como causa de muerte “la carbonización del 85% de superficie corporal por fuego directo”.
Esto contradice la versión rendida por el homicida, quien dijo que asfixió a su madre, el martes 6 de noviembre en su casa de La Molina, al aplicarle por dos minutos una llave de arte marcial en el cuello.
Luego, según lo que declaró el parricida Arenas Castillo de 22 años de edad, puso una bolsa de plástico en la cabeza de la víctima, su madre adoptiva, “hasta constatar que no respiraba”.
El titular del Juzgado Penal de Turno, Simeón Campos Rodríguez, indicó que abrió instrucción esta tarde contra ambos acusados con orden de prisión preventiva.
Horas antes, el Ministerio Público ya había denunciado a Marco Arenas por parricidio y a Fernanda Lora Paz, de 18 años, su pareja, por encubrimiento.