Personas de diversas partes del mundo vienen utilizando mascarillas, a fin de minimizar la propagación del COVID-19. Tal es el caso de Bélgica, sin embargo, esta medida ha afectado a un sector.
Se trata de las personas sordas, quienes exigieron la creación de mascarillas transparentes para poder comunicarse, debido a que parte de la información les llega mediante la lectura de los labios. En este país europeo un 8.5% de la población sufre de pérdida auditiva.
Por otro lado, desde este domingo 10, Bélgica permitirá reuniones, pero bajo ciertas medidas como que cada hogar podrá recibir un máximo de cuatro personas y siempre tienen que ser las mismas. Y a partir del lunes 11 de mayo algunas tiendas reabrirán.