En Malasia, una patada salvó a una niña de morir aplastada por las puertas del ascensor, su madre no dudó en usar este recurso al ver que las puertas se cerraban.
La pequeña niña se dirigió al ascensor que permanecía con las puertas abiertas. Como no tenía sensor, el ascensor comenzó a cerrarse estando la niña entre las puertas. La madre corrió y gritó pero al ver que no llegaba, no lo dudó y le dio una patada para alejarla del peligro. Esta fue la única manera que encontró para evitar que su hija muriera aplastada.
Segundos después la niña se levantó y asustada fue corriendo entre lágrimas donde su madre.