La misteriosa muerte de José Miguel Castro, exgerente municipal de Lima y aspirante a colaborador eficaz en el caso que involucra a la exalcaldesa Susana Villarán, ha abierto una serie de interrogantes para las autoridades que aún no descartan ninguna hipótesis. Aunque inicialmente se manejó la posibilidad de una autolesión, nuevas evidencias halladas en la escena del crimen han puesto en duda esta versión.
“La tesis que se debería manejar con mayor sostenibilidad es la de un homicidio calificado, un asesinato”, afirmó el abogado penalista y criminólogo Miguel Pérez Arroyo, en declaraciones para 2025 en 24 Horas.
MÁS DETALLES DEL CASO
De acuerdo con información preliminar, la noche del sábado 28 de junio, Castro acordó con su esposa que él recogería a su hijo de una fiesta, mientras ella asistiría a una reunión social. Aproximadamente a las 10:00 p.m., el exfuncionario se despidió de su padre y subió a su habitación. La esposa regresó al domicilio familiar cerca de las 3:00 a.m., pero asumió que su esposo estaba con su hijo, por lo que no lo buscó.
Fue al día siguiente, con el grito desesperado del padre de Castro, que se alertó de la tragedia. La esposa, al acudir al baño, encontró el cuerpo de su esposo tendido boca arriba, con un profundo corte en el cuello de aproximadamente 14 centímetros, según fuentes policiales.