La nave china Shenzhou VIII aterrizó este jueves en las praderas de Mongolia Interior (en el norte de China), tras una misión de 16 días en la que llevó a cabo junto al módulo Tiangong I el primer acoplamiento de vehículos espaciales en la historia del programa tecnológico de la República Popular.
El módulo de re-entrada de la nave entró en la atmósfera terrestre hacia las 19.00 hora de la República Popular, y desplegó un paracaídas y aterrizó poco después en Siziwang, donde responsables del programa espacial chino lo recuperaron, según imágenes transmitidas en directo por el canal estatal CCTV.
La octava nave Shenzhou (barco divino) fue lanzada el 1 de noviembre, y el 3 de noviembre llevó a cabo el primer acoplamiento espacial chino junto al módulo Tiangong (palacio celestial), una operación que se repitió el día 14.
El primer país capaz de unir dos aparatos espaciales en el cosmos fue Estados Unidos, con el acoplamiento de la Gemini VIII con un módulo Agena en 1966, tras lo cual le siguió la Unión Soviética en 1969, con la unión de las Soyuz 4 y 5.
Con este avance, China, también el tercer país que llevó un astronauta al espacio (en 2003), quiere demostrar que está equipada tecnológicamente para trabajar en bases permanentes en el cosmos, frente a las reticencias de países como EEUU a que Pekín participe en la Estación Espacial Internacional (EEI).
En 2012, la novena y la décima naves de la serie Shenzhou también se acoplarán al módulo y al menos una de ellas irá tripulada, seguramente, por la primera mujer astronauta del país asiático.
China planea instalar su primer laboratorio en el espacio hacia 2016 y disponer de una base espacial permanente a fines de esta década.