Imagen satelital de la Nasa muestra movimiento oculto bajo el Titicaca
Una fotografía tomada desde la Estación Espacial Internacional revela ondas internas que solo se forman en las profundidades del lago más alto del mundo.
Una fotografía tomada desde la Estación Espacial Internacional revela ondas internas que solo se forman en las profundidades del lago más alto del mundo.
Una singular fotografía capturada por un astronauta desde la Estación Espacial Internacional ha permitido observar con nitidez una serie de fenómenos poco visibles en la superficie del lago Titicaca. Esta imagen, registrada en octubre del año pasado, se benefició de un efecto llamado “sunglint”, que ocurre cuando la luz solar incide directamente sobre el agua, permitiendo identificar detalles que usualmente pasan desapercibidos para el ojo humano o los satélites convencionales.
Reflejos solares y secretos subacuáticos
Gracias a este fenómeno óptico, fue posible detectar ondas internas en el lago, que se forman a distintas profundidades por el choque del agua con accidentes geográficos submarinos. Estas ondas, difíciles de percibir desde tierra, se reflejan en la imagen como líneas paralelas brillantes, revelando interacciones complejas entre la estructura del lecho lacustre y el movimiento de las masas de agua. Según registros batimétricos, este tipo de actividad se concentra cerca de zonas con desniveles entre 20 y 50 metros de profundidad.
Otro elemento destacado en la imagen es la presencia de una delgada capa de petróleo de origen biológico, generada por microorganismos acuáticos. Estas películas superficiales, además de reducir el oleaje, sirven como indicadores del viento, al reflejar la luz de forma particular. En la fotografía se identificaron arcos luminosos que evidencian la dirección predominante del viento en el altiplano durante esa época, sobre todo en áreas cercanas a las islas Taquile y Amantaní.
Además, se pudieron distinguir huellas dejadas por embarcaciones que surcan el lago. Las estelas, que normalmente no se perciben desde el espacio, quedaron marcadas con claridad debido a la calma del agua y la orientación del sol. Esta información, captada mediante tecnología espacial, permite a los científicos observar procesos ambientales, patrones climáticos y hasta actividad humana en una de las cuencas más altas y emblemáticas del continente.